Relato de Marga

Tres se reunen en un lugar, no se conocen, pero se sienten conectados por algo especial. El anciano es un maestro del Tarot, su aspecto es como un ermitaño, solo, con sabiduría y luz que transmite amor universal. Ayuda a esa pareja a entender.

El joven Teryn está luchando entre la vida y la muerte, su estado es crítico, está sedado en coma, su espíritu vaga para reunirse con el maestro y la joven Moiza, ella es maliciosa, le gusta jugar con lo maligno sin querer o inconscientemente, ha creado algo no bueno y se reune para poder arreglarlo o sanar.


El lugar es un viejo almacen que está atiborrado de muebles, cajas y libros antiguos, en una pequeña sala hay una mesa con tres sillas, la iluminación es de dos velones y el olor del incienso, que impregna el lugar, con un mazo de cartas envuelta en tela negra.Tarot no es solo adivinación, es una trayectoria hacia otras vivencias, por su sabiduría, comprender el equilibrio de energías, emociones, misterios, sueños o engaños. Recuerdos ancestrales que actuan con el inconsciente, desencadenan visiones y sueños a antiguas experiencias.

El cosmos está sincronizando con las energías, la vibración por lo que des te devolverá lo mismo que emita. La fuerza del pensamiento, la luz y oscuridad conciliando lo material con lo espiritual. Su lado inconsciente está en conexión con su lado consciente por ello vive en equilibrio. Todo es cíclico.


El espíritu del joven se apodera del cuerpo del maestro. Él estaba horrorizado, no esperaba que eso sucediera, la sensación de maldad flotaba en el ambiente, na espiral purpura se veía flotando en su cabeza, la sensación de comunicarse con ella. Moiza intenta reaccionar y liberarse de lo que está viendo, cierra sus ojos y dice eso no debe de pasar, mira a las llamas de los velones y ve como les susurran a sus oidos que no debía de tener maldad, incluso como protegerse con la luz para eliminar el mal.


Se oyen a las golondrinas que hay en el tejado, se convierten en las almas de los difuntos de la casa y los esclavizan sin dejar que se eleven los espíritus.El anciano se muere y su alma se eleva con una luz azulada, en paz. Moiza siente un amor infinito, sabe que el joven se ha marchado.