Microrrelato de Majo


El sonido de una máquina de juegos se hacía presente a su alrededor. Gruñó frustrado y se revolvió el pelo hacia atrás con las manos. Deseaba tanto el poder meter una moneda y ver como en una partida caían cien, doscientas e incluso quinientas monedas de un euro. Siguió su cmaino a la par que arrastraba los pies, lo que tanto deseaba le había destrozado su vida planeada.

Cada día buscaba el pan, se comía las sobras de los chinos, se bañaba en las fuentes públicas, robaba... Nunca se había imaginado en esa situación pero era lógico, su vida siempre se fue a pique. Cuandos e dio cuenta, había llegado ahsta el barrio donde vivía, un simple complejo de casas bajas e iguales. Se sentía tan impotente y rabioso al recordar las injusticias que le había causado la sociedad. Pensó, tras sentarse en un banco cercano de un parque, como vovler a su vida anterior. Entonces, como si una bombilla se iluminara sobre su cabeza, lo decidió.

El juego, las apuestas, los préstamos, las mentiras, los engaños.... Todo eso se acabó, buscaría la forma de volver a su vida. Cueste lo que cueste.

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