When We Were Young



Cada día la miraba y cada día veía algo diferente en ella. La mayoría de veces pensaba en lo que habían vivido juntos y en cómo lo echaba de menos. Por error solía recurrir a ella cuando le hacía falta, esperando que le diera una respuesta que nunca llegaba.

La ponía siempre en la mejor posición y la vestía con su mejor marco. Muchos le preguntaban por ella y comentaban rumores. Entonces la defendía o simplemente hacia oídos sordos.

Una noche se reunió con los que mejor la conocían y con los que ella amaba. Por fin se atrevió a escuchar y la verdad, que tanto quiso ignorar, salió a la luz.

No lloró, pero algo en su mente se quebró. Notó que los recuerdos se enturbiaban y cogían otra forma. Eso es lo que más le dolió. La despojó de su precioso marco y la relegó de su posición. Quedó en una caja recluida donde el tiempo la marchitó.

Tras años, buscando otro objeto, con ella se encontró. Estaba cubierta de polvos blancos y quemada por varios lados, pero aún podía verse en ella a una pequeña niña sonriente abrazada a un hombre que se le parecía. Los recuerdos aún deformados le vinieron en mente. Una sonrisa le cubrió sus labios. Volvió a ponerla en un estante y con un marco diferente. Al fin y al cabo, ese día fue feliz y él era su padre.

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