Microcuento de Raquel



Él buscaba por la calle, sin pensárselo, le daba igual todo. Si moría, si le secuestraban y vendían sus órganos en el mercado negro. Todo lo que él deseaba era ser reconocido por uno de sus logros, y que su madre estuviera orgullosa de él.

De repente se cruzó con alguien, inmediatamente lo iluminó. Él enseguida la reconoció. Era su madre, pero... ¿qué hacía ella saliendo del banco? ¿Por qué tenía ese saco? ¿Por quéla alarma saltó cuando salió de allí? Se preguntaba él.

-Felicidades, hijo mío -dijo ella orgullosa.

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