El Compañero

La soledad me envolvió en una nube gris por culpa de mis compañeros. Algo dentro de mí se deshacía cada día, sé que no podía hacer nada para combatirlo. Meses sin salir de casa. Dejé las clases. Bueno me las saltaba. Lo único que me quedaba era una clase de escritura que tenía dos veces a la semana, aunque me acabé retirando.

Un médico venía a verme, hasta que llegó a una conclusión, me diagnosticó agorafobia. Leer, escribir y escuchar música eran mis únicas destrezas. Mi psicólogo venía todos los días, era costumbre tenerlo siempre en casa. Mi madre decía que ya era de la familia. Aunque yo no lo veía muy claro. Era aburrido estar con él, me hacía las mismas preguntas, incluso yo decía que tenía un diálogo preparado antes de venir.

Un día, decidí traer a un amigo. El único que tenía para que la terapia no fuese tan monótona. Le mandé un mensaje a mi psicólogo para que no le pillase por sorpresa. Cuando vino me dijo:
-¿No ha venido tu amigo?
-Sí, está aquí...a mi lado.
_...